El bruxismo es uno de los problemas bucodentales más comunes entre la población. Se caracteriza por el hábito inconsciente de “apretar o rechinar los dientes” y conlleva serias consecuencias para la salud bucodental. Y aunque dicho hábito es generalmente nocturno, también existen casos de bruxismo diurno.
El origen de esta patología se encuentra generalmente en el estrés. De hecho, podríamos decir que es una manifestación de nuestro cuerpo frente a una situación que no sabemos gestionar de la manera adecuada. Ante eso, ejercemos una fuerza con la mandíbula que nos ayuda a liberar tensión. Sin embargo, el bruxismo no suele remitir de un día para otro. Por ello, existe un tratamiento odontológico que sí tiene efecto a corto plazo: llevar una férula de descarga, que impida que los dientes de arriba y de abajo contacten.
¿Qué es una férula de descarga?
Una férula de descarga es un dispositivo transparente que se coloca en la boca(generalmente en la arcada superior). Está fabricado con un material dura y rígido, lo que impide poder apretar dientes. Tiene un grosor de aproximadamente dos milímetros y debe fabricarse de manera personalizada para cada paciente. Debe ser el dentista quien determine si el uso de la férula de descarga está indicado en cada caso. Tras la toma de moldes a medida de los dientes, se procede a la confección de la férula en el laboratorio dental.
¿Para qué sirve la férula dental?
La férula ejerce su función en las horas de sueño pues generalmente se usa de noche. Durante el tiempo que esté puesta, consigue relajar los músculos y evitar que se tensionen. Es esta acción involuntaria la que provoca el rechinamiento de los dientes. Es decir, la férula hace que los huesos maxilares(superior e inferior)estén en la posición correcta y no ejerzan más fuerza de lo conveniente.
La persona que padezca de bruxismo podrá disfrutar de los beneficios de la férula siempre que su uso sea de continuado. Así evitará los síntomas de esta afección: el desgaste de los dientes y los dolores de mandíbula, cabeza, oídos o cuello. Ahora que ya sabes cuál es el remedio contra el habito de rechinar los dientes, no te lo pienses más y acude a la clínica dental.
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