Tratamiento del ronquido y apnea del sueño


Un problema de salud pública
  
Las apneas del sueño afectan a uno de cada cuatro adultos (en España se estima que afectan a más de 9,5 millones de personas) y sus consecuencias sobre la salud pueden ser muy graves (hipertensión, problemas cardiovasculares, provoca accidentes de tráfico, etc.), además de deteriorar la calidad de vida y el rendimiento laboral de las personas que las sufren.
  
El perfil tipo de un paciente que sufre apneas es el de una persona de mediana edad, que suele quejarse de cansancio y somnolencia durante el día y que cuenta con una historia de ronquidos y repetidas paradas respiratorias durante el sueño, generalmente observadas por su pareja, e incluso niños con hipertrofia amigdalina y/o vegetaciones. Sin embargo, más de la mitad de los pacientes con apneas graves no tienen síntomas.
  
Hasta ahora, los métodos tradicionales de diagnóstico consistían en un complejo estudio de sueño, normalmente llevado a cabo en las unidades del sueño hospitalarias (algo nada fácil debido a las listas de espera).
  
Los pacientes deben acudir previamente a una unidad del sueño para someterse a una polisomnografía, prueba que dura toda la noche y que mide una serie de variables para analizar la calidad del sueño y la gravedad de la enfermedad.
  
Los tratamientos se centraban en los pacientes con apneas severas, a los que se les indicaba el tratamiento con una máquina de CPAP (compresor que genera una presión de aire que evita la aparición de las apneas).


BTI APNIA
  
El dispositivo, conocido como 'Apnia', tiene el tamaño de un teléfono móvil y cuenta con una precisión diagnóstica del 90 al 97 por ciento.
  
El paciente puede llevarlo en el pecho para, a través de pequeños sensores, medir la respiración, la frecuencia cardiaca, la oxigenación en sangre, el ronquido y la posición corporal. "Y gracias a su facilidad de uso, se lo puede colocar uno mismo en su domicilio“.
  
El dispositivo va recopilando información durante toda la noche que posteriormente se analiza gracias a un "potente" 'software', también desarrollado por estos investigadores, que hace una interpretación automática y permite definir el estadio de la enfermedad.
  
Los dentistas, en primera línea de detección y tratamiento
Ahora la consulta del dentista puede ser el primer lugar en el que, a la vista de un problema de desgaste dentario, se puede detectar el riesgo de apneas del sueño en un paciente e incluso iniciar un tratamiento en los casos leves-moderados. En los casos graves se puede tratar para reducir el grado.